Estreno. Con La Bayadera , termina la temporada y se cierra el ciclo de Mario Galizzi en el Ballet del Teatro ColónPor Constanza Bertolini
Hace prácticamente un siglo y medio, Marius Patipa estrenaba en San Petersburgo La Bayadera con el mismo éxito inmediato que la obra sostuvo a través de los años. Desde el exotismo de la India irrumpía esta historia de amor y traición, basada en un poema antiguo de Kālidāsa y llevada a la escena con todo el despliegue de los grandes títulos del ballet. Así se forjó una fórmula para la posteridad, que luego de que cruzara a occidente, a comienzos de los años ‘60, fue sometida a distintas versiones. El argumento es siempre el mismo: el romance entre la bailarina sagrada Nikiya y el guerrero Solor se ve truncado por Gamzatti, hija del Rajá, que le dedicará a la bayadera una efectiva sentencia de muerte cifrada en la mordedura de una serpiente, oculta en una cesta de flores. Pero como bien sabe cualquier seguidor del repertorio clásico, es en la ensoñación, esa especie de “más allá” que representan los llamados actos blancos, donde perdurará el amor.